A la hora de decorar las paredes, podemos elegir entre una amplia gama de modelos y materiales en lo que a papel pintado se refiere. El abanico de posibilidades va mucho más allá de los diseños, teniendo en los materiales los auténticos factores diferenciadores que pueden decantar la balanza en un sentido o en otro.
El papel pintado vinílico es aquel que cuenta con una pequeña película de policloruro de vinilo, también llamado simplemente “vinilo” o PVC. Es precisamente esa capa la que permite adherir el papel sobre cualquier superficie sin dificultad. Pero las ventajas del papel pintado con vinilo van mucho más allá.
Sí, es impermeable el papel pintado vinílico, dado que carece de capacidad para absorber la humedad. Además de impermeable es lavable, y permite ser limpiado con un paño húmedo o una esponja. Lo cual facilita las cosas a la hora de acometer las labores de limpieza cotidianas. Así como agiliza la retirada de los restos de suciedad que hayan quedado adheridos sobre el papel.
Esto, no obstante, tiene un pequeño hándicap: a la hora de ser retirado, no es aplicable la solución a base de vapor de agua, que puede ayudar a retirar el papel pintado más fácilmente. No obstante, aquellos con revestimiento de PVC pueden ser separados de la pared aplicando una pequeña capa de vinagre blanco rebajado con agua. Con la ayuda de una pequeña espátula, el papel pintado vinílico puede ser retirado.
La impermeabilidad del papel pintado vinílico hace que sea muy recomendable para evitar que cualquier líquido derramado por accidente afecte a su estética, repeliendo el líquido y no quedándose adherido. También permite reducir los efectos en caso de que una humedad aparezca en la pared. Impidiendo el paso del agua filtrada y haciendo que sus efectos sean menos visibles.
Además de sus cualidades hidrófobas, el papel pintado vinílico presenta otras ventajas:
La versatilidad y resistencia de los recubrimientos de policloruro de vinilo hacen que las propiedades del papel pintado con PVC se trasladen también a otros elementos de la casa, como el suelo. Si estás pensando en una redecoración completa de tu hogar. Quizá hayas considerado la opción de cambiar el suelo o de apostar por incluir algún añadido que le dé ese plus de resistencia, sobre todo si tienes mascotas.
El suelo laminado es un tipo de suelo que se instala de lámina en lámina. Estas láminas están fabricadas con resina de alta densidad intercalada con capas de fibra de densidad media. Y aunque su estética es similar a la tarima flotante, en realidad se trata de un elemento diferente.
El suelo vinílico está fabricado con un núcleo de polímero, normalmente policloruro de vinilo, de ahí su nombre. Es un tipo de suelo plástico muy versátil y fácil de instalar, que además tiene ese plus de resistencia del que hablábamos antes, al explicar las ventajas que presentaba el PVC del papel pintado vinílico.
La elección de un tipo de suelo u otro dependerá de las preferencias estéticas y funcionales de cada caso. Siendo ambas dos buenas opciones para renovar el suelo del hogar.
El policloruro de vinilo es uno de los polímeros más utilizados por su versatilidad. Es un material con una resistencia mecánica al impacto y al aplastamiento extraordinaria. Es muy fácil de transportar debido a su ligereza (no llega a alcanzar el gramo y medio por centímetro cúbico), e hidrófobo. Así como resistente a la corrosión y a una gran variedad de productos químicos.
Sus capacidades aislantes también son muy apreciadas, tanto a nivel térmico como acústico y eléctrico. Es un material que impide el paso del fuego, una virtud muy apreciada en materia de seguridad.
Y todo ello, siendo un material excepcional desde el punto de vista de la producción. Dado que su coste no es demasiado alto y su rendimiento es excepcional en todo tipo de entornos.
Puede encontrar una gran variedad de papeles pintados vinílicos en nuestra página web. ¡Hasta la próxima! Tu equipo BRICONEO.es